Tú, no eres tu código

Escribir código puede sentirse muy personal, sobre todo si pasas mucho tiempo pensando en él, diseñando, escribiendo, editando y quizás reconstruyendo módulos para lograr que se vea mejor. Puedes sentir orgullo por el código que escribes y por lo tanto, llegar a pensar que es parte de ti; pero la verdad es que: el código, no es parte de ti, es solamente algo más que hiciste. Tú, no eres tu código. El código representa el nivel que tenías cuando lo escribiste; pero no te representa a ti como persona. Eso significa que está bien hablar de tu código con confianza, ver las fallas y oportunidades de mejora sin sentir que estamos hablando de las fallas de la persona que lo escribió. Una cosa es hablar de las fallas del código y una muy distinta hablar de las fallas de la persona. Lo mismo aplica a las ideas acerca de la arquitectura y los procesos que debemos seguir para crear un producto de software. Alguien puede sugerir que se use algo diferente o usar algo de manera distinta. Esa persona