Hace años
empecé a dar clases de programación por las noches. El sistema que utilizan en
la universidad donde trabajo es por cuatrimestres. Es decir, en lugar de dos
cursos por año (semestres). Los alumnos toman tres cursos por año de cuatro
meses cada uno. Esto provoca que los temas tengan que verse con cierta
urgencia, porque "siempre" estamos contra reloj.
Una
crítica constante de los estudiantes había sido que voy muy rápido, lo cual yo justificaba por el
hecho de que en cuatro meses debía enseñarles muchos conceptos. Eso sí, terminaba el curso a tiempo; pero muchos
conceptos apenas y los tocaba. Los conceptos básicos no los practicábamos lo
suficiente.
Para algunas personas esta forma exprés funciona, ya que practican
por su cuenta y llegan a conocer los conceptos a detalle una vez que llega la
necesidad. Sentía que parte de mi función era solo dárselos a conocer,
exponerlos a las técnicas o tecnologías y después ellos/ellas vieran por su
cuenta que partes tomar. Aplicar lo nuevo lleva su tiempo y en un cuatrimestre tiempo es lo que no tenemos.
Ahora lo
que me ha funcionado es enseñar menos y repetirlo varias veces. Escribiendo
varios ejercicios que ejecutan los mismos conceptos una y otra vez. Ya que
estos se dominan, entonces empezar a introducir nuevos conceptos. Esto hace que
algunos conceptos no alcance a enseñarles, lo cual no me gusta del todo. Quizás
a alguien le podría haber servido conocer que existe cierta técnica; pero he
notado que aunque estoy enseñando menos la mayoría está aprendiendo más. Por lo
menos los grupos van más parejos. Al ser más repetitivo, los alumnos más
avanzados pueden aburrirse un poco; aunque también les ayuda a su confianza
poder realizar los ejercicios con facilidad en lugar de ir apresurados con los
nuevos temas.
Ahora
enseño menos, con más repeticiones (en forma de ejercicios) para aprender más.